sábado, 12 de noviembre de 2011

Verso libre


Leyendo a Tomás Segovia, un libro de ensayos, para mí nuevo: Recobrar el sentido. Lo abro por una conferencia que dio sobre el verso a una comunidad de versadores, gentes que improvisan décimas y otros géneros populares. Segovia tiene la cualidad de ver las cosas desde una perspectiva simple, en cierto modo, pero nada trillada. Observa, por ejemplo, que la música que llamamos rítmica, como la caribeña, es la menos obediente al compás: está llena de síncopas. Es así —por eso el verso libre lo inventaron los simbolistas franceses, obsesionados con la música del verso. Solo un batería experto puede tocar sin acentuar ni una vez los tiempos fuertes y variando sin aviso de compás —sin que por eso deje lo que toca de sonar, incluso como acompañamiento convincente de una canción. Juan Ramón Jiménez o Luis Cernuda son, entre nosotros, ese tipo de músicos verbales (poetas) que optan por un ritmo sutil, la música callada. Pero, salvo en su caso, qué pocas veces suena el 'verso libre' a otra cosa que a un abuso de la inercia y la tipografía.

4 comentarios:

Juan Poz dijo...

Añadiria a Claudio Rodríguez a la pareja, si no es un atrevimiento o una de mis muchas ignorancias. Me costó entrar en D. Claudio, y creo que fue por ese ritmo suyo tan particular, en parte degustado en Biedma, pero hay una gran diferencia entre uno y otro. Cuando me "instalé" en su elocución, en la de Claudio Rodríguez, se me reveló una voz esencial de la poesía del siglo XX.

Joselu dijo...

Entre mis numerosas incapacidades no la menor es mi escaso o nulo sentido musical. Es algo que no tiene solución. Por ello me doy cuenta de que no soy muy sensible a la música del verso. Cuentan del maestro Unamuno que él detestaba la música -porque carecía de oído- y que su poesía es áspera, chirriante, abrupta, en alguna forma igual que su pensamiento contradictorio y paradójico, lleno de dialogías verbales y juegos conceptuosos. Supongo que es otro tipo de música, la de los que carecemos del sentido musical y algo tenemos que hacer, y a veces no es totalmente desprovisto de melodía aunque sea tensa y disonante.

Al59 dijo...

Me gusta mucho la poesía de Claudio Rodríguez, aunque reconozco que la parte que mejor me entró son los endecasílabos de El don de la ebriedad. Estoy seguro, en cualquier caso, de que la lista de versolibristas solventes y acertados puede y debe crecer en muchas direcciones: mencioné a JRJ y Cernuda por su importancia histórica, pero incluso en su tiempo hubo otros, como Lorca o Aleixandre.

Al59 dijo...

Lo has dicho otras veces, Joselu, pero como los Panchos, «lo dudo». Sí puede ser que prefieras una música verbal más tensa. Unamuno es, a mi entender, un gran poeta si lo medimos por sus aciertos, sus versos mejores; y uno pésimo si nos quedamos con los peores ('Salamanca, / académica palanca / en mi visión de Castilla'), que llevaron a Blas de Otero a decir 'Unamuno es una carraca'. Creo que lo justo es lo primero.