martes, 20 de diciembre de 2005

Martis Dies



La guerra que vendrá no será nueva.
La vimos otras veces: el imperio
debe, de cuando en vez, ponerse serio.
Reconfortado, el público comprueba
una vez más que el fuerte siempre lleva
las de matar. Aguarda el cementerio
las tibias del espléndido tiberio
que humilla al amateur mientras eleva,
erótico, al maestro del negocio.
¿Qué es un traidor, al fin, sino un amigo
cuya depuración es el testigo
de nuestra pulcritud? El sacerdocio
del orden y la paz tiene estas cosas.
Vis pacem? Cave canem. Cava fosas.


4 comentarios:

Joselu dijo...

Me asombra tu capacidad para violentar el tema y encajarlo en estrofas clásicas con tanto acierto. Me doy cuenta de la dificultad de hacer un buen soneto. Sin duda, el verso libre nos permite mayor desenvoltura. Es todo un desafío tu voluntad estrófica. Como sonetista me entusiasma, entre otros, Miguel Hernández. Un saludo.

Al59 dijo...

Joselu: ¿hablaríamos de violentar el tema si a alguien que quiere hablar sobre algo o trasmitir determinado estado de ánimo le da por componer para ello un blues o una bulería?

Joselu dijo...

No, desde luego. Lo que pasa es que yo soy un absoluto negado para el blues, la bulería y la composición poética. ¿Qué le vamos a hacer? Hago bastante bien la moussaka y los tomates rellenos. Con un poco de Retsina no quedan mal. Más bien están de rechupete.

Al59 dijo...

¡Berenjenas! Y lo bien que saben, cariñosamente violentadas con pasta y carne picada... Kalá christougénna, Xoselu.