Durruti entrevisto, visto y no visto, en los primeros días de la guerra.
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Momentos antes de la salida, Durruti hace unas declaraciones al periodista Von Passen, del Toronto Star.
DURRUTI: El pueblo español quiere la revolución y está en trance de hacerla, a lo cual se oponen los fascistas. Éste es el planteamiento general. En tales condiciones no hay más que dos caminos: la victoria de los trabajadores, es decir, la libertad, o el triunfo de los facciosos, que significa la tiranía. De hecho, los trabajadores estamos dispuestos a acabar con el fascismo de una vez por todas, incluso a pesar del Gobierno republicano.
VON PASSEN: ¿Por qué a pesar del Gobierno republicano? ¿Es que acaso el Gobierno republicano no lucha también contra la rebelión fascista?
DURRUTI: No hay gobierno en el mundo que luche contra el fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se le escapa de las manos recurre al fascismo para mantener sus privilegios. Es lo que ha ocurrido en España. Si el Gobierno republicano hubiera deseado poner fuera de combate a los fascistas, hace ya tiempo que lo habría podido hacer. En lugar de combatirlos a fondo, no ha hecho más que buscar compromisos y acuerdos...
VON PASSEN: Largo Caballero e Indalecio Prieto han afirmado que la misión del Frente Popular era la de salvar la República y restaurar el orden burgués, y tú me dices que el pueblo quiere llevar la revolución mucho más lejos. ¿Cómo debo interpretar esa contradicción?
DURRUTI: El antagonismo es evidente. Esos señores, como demócratas burgueses que son, no pueden tener otras ideas que las que profesan. Pero el pueblo, la clase obrera, no se engaña. Los trabajadores saben lo que quieren. Nosotros luchamos no por el pueblo, sino con el pueblo; es decir, por la revolución. Somos conscientes de que en esta lucha estamos solos y no podemos contar más que con nosotros mismos...
VON PASSEN: ¿Esperas tú alguna ayuda de Francia o de Inglaterra, una vez se concrete el apoyo de Hitier y Mussolini a vuestros enemigos?
DURRUTI: No hay Gobierno alguno que desee ayudar a una revolución proletaria...
VON PASSEN: ¿Podréis ganar vosotros solos la contienda?... Y en caso de ganarla, ¿sabes ya que vais a heredar montones de ruinas?
DURRUTI: Siempre hemos vivido en la miseria y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos las ciudades... ¿Por qué no vamos a construirlas de nuevo y en mejores condiciones, para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos asustan. Sabemos que ésa es nuestra herencia, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque estamos destinados a heredar la tierra y llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.... un mundo que está creciendo en este instante.
(en el libro de Rai Ferrer, p. 168)
5 comentarios:
¿Por qué no vamos a construirlas de nuevo y en mejores condiciones, para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos asustan. Sabemos que ésa es nuestra herencia, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. etc...
La respuesta no es sorprendente. Sólo es alucinante, o épica o profética... Y parece irse cumpliendo. La explotación del mundo supone el fin del propio mundo. Sólo los explotadores sobrevivirán. O no...
Grifo
La cuestión es que hay una enorme naturalidad en todas las respuestas. No es el catecismo de un fanático, de alguien cuya visión de las cosas se ve distorsionada por una ideología sectaria. Es un tipo que habla de lo que ha visto y vivido, verdades inmediatas. Y tenía, en lo inmediato, razón: ningún gobierno ayudó a la causa revolucionaria, y quien supuestamente lo hizo (la URSS) fue con la condición de des-revolucionar la guerra. Eso sí: de "Las ruinas no nos asustan" al "amor de las ruinas" del joven Savater hay un buen trecho.
Pues sí, un buen y deprimente trecho. Sólo que en vista del ritmo imparable que lleva la destrucción del mundo, igual no es tan descabellado prever lo contrario que profetiza Grifo: que, en el nuevo y ruinoso 'medio', con la burguesía extinguiéndose en masa (por puro PAVOR a las ruinas: es la naturaleza burguesa) y superadas las primeras, inevitables behetrías, acaso el modelo anarquista terminase resultando el 'más apto' para la supervivencia. Ja ho veurem.(¿Parusía y birra fría?)
^^
(La entrevista es una delicia, muchas gracias por traerla. No ha pasado ni un siglo, la lengua es la nuestra... Y sin embargo, a tramos me pareció estar leyendo uno de esos interrogatorios 'de-qué-planeta-vienes-y-qué-órdenes-traes' de las novelas cifi.)
Todo lo que sigue es ficción utópica y pedrestre, pero...: :)
Ahora sí se está en esa posibilidad, y propiciada por el propio Sistema -a veces, el Marx futurólogo acierta-. Cuando el obrero es a la vez ingeniero, cuando el obrero es quién sabe realmente cómo funciona la Máquina más allá del nivel de manejo, es, sería, posible ese destruir y reconstruir mejor. Lo siento, pero creo que no se daba esa situación entonces, y la consecuencia fue que la liquidación de la República por su propia debilidad interna frente los facciosos -que eran menos, y tenían las de perder en los primeros días de la guerra-: el obrero sabía entonces hacer funcionar la máquina, llegado el caso hubiese sabido repararla, pero nunca reconstruirla ni mejorarla ni superarla, porque no tenía el conocimiento, la formación, para ello. En esa incapacidad práctica es donde se han estrellado todas las utopías, salvo la perversión soviet que sí se olió la tostada y formó científicos técnicos... para su puto sistema militar-industrial.
Hoy parece más escindido el sistema entre una casta de los negocios, propietaria de los medios de producción y el capital financiero y una casta de ingenieros, técnicos, no propietarios pero que son quienes saben cómo hacer funcionar los aparatos. En estas condiciones, frente a esta nueva clase 'capitalista del conocimiento', que todo indica que el futuro es suyo, la posición del propietario, el mero propietario burgués bussinessman, se volverá muy frágil, como la de los antiguos terratenientes frente a la burguesía del dinero.
(Lástima no haberme tomado en serio los estudios.)
Un saludo, y perdón por el tocho.
(las melodías de los otros días, muy bonitas, aunque no os entendí ni palabra cuando os pusisteis a analizarlas :))
...la consecuencia fue la liquidación...
Sobra un que ahí arriba.
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