martes, 14 de noviembre de 2006

El esposo más fiel


Le tengo devoción a este breviario, Jardines de bolsillo, con el que mis muchachos de Literatura Universal de este año van madrugando en materia poética. Leerlo minuciosamente, unos pocos poemas cada día, depara placeres y sorpresas —y adiestra en una peculiar poética, culto a la sutileza y la emoción que trasciende corrientes y épocas. Por decirlo todo, también cabe algún sinsabor, debido a las erratas de bulto (Endiku por Enkidu, nada más empezar: asombra que un libro de esta calidad no haya tenido un corrector de pruebas despierto). El antólogo, García Martín, se luce especialmente con los poemas procedentes de mundos lejanos, que resuelve en verso infiel y elegante. De la línea oriental, mi favorito es éste del hindú Amaru, un autor de cronología y moral dudosas.


Sentadas una al lado de la otra
encuentro a mi esposa y a mi amor secreto.
Cautamente me acerco por detrás
y, como en un juego, a mi mujer
le tapo los ojos con las manos, y luego,
volviendo levemente la cabeza,
con pasión beso a mi querida,
cuyos vellos se erizan de placer.
«¿Quién soy?», digo, y mi mujer:
«El esposo más fiel». Y entonces
la beso a ella con igual pasión.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me asombra la modernidad de este tal Amaru en semejante poema: la composición escenográfica, el tono narrativo, el sentido del humor, etc..., que son elementos de la poesía de siempre, vuelven a serlo de la nuestra hoy. En buena hora.
Saludos.

Grifo

Juan Poz dijo...

"Plural ha sido la celeste historia de mi corazón", cantaba Darío. ¡Cuánto amor no somos capaces de albergar y compartir! Si la castidad es la más aberrante perversión sexual, ¿no será la segunda la monogamia?

Al59 dijo...

Admirable ligereza, sí señor. Uno piensa en (los mejores momentos de) Manuel Machado o Luis Alberto de Cuenca