domingo, 3 de junio de 2007

El mago vago


Los Beatles llevan naturalmente a Brian Wilson, y viceversa. La vejez de Wilson está siendo uno de los fenómenos más conmovedores e instructivos del siglo. De regreso de las tierras de la locura (y no del lado romántico, arrebatador, de la misma, sino del que te ata y te hunde: inhibiciones, depresión, inseguridad), su inmenso talento ha movilizado a un grupo selecto de músicos jóvenes que llevan a Wilson más y más allá, hacia sí mismo y el público. Terapia y creación son pareja peligrosa, pero apasionada. A sus muchos años, Wilson ha logrado finalizar Smile, la obra maestra que los fariseos le tiraron por tierra en los sesenta, y mantiene vivo el repertorio magistral de Pet Sounds. Como todas las grandes canciones, God only knows (quizá la mayor de las suyas) no hace sino crecer, movilizando a los músicos que saben tocarla como es debido (qué diferentes estas versiones a las a menudo casi paródicas de los Beach Boys en vivo, aunque contaran con la voz excepcional de Carl Wilson). En el centro de la orquesta irreprochable, falible y genial, está Brian Wilson, que en cualquier momento puede olvidarse de la letra o caer de espaldas. Pero no cae —aunque lo hiciera, el cariño de todos no tardaría en levantarlo, como un muelle risueño.


4 comentarios:

X dijo...

Al leer tus palabras: "...A sus muchos años, Wilson ha logrado finalizar Smile, la obra maestra que los fariseos le tiraron por tierra en los sesenta, y mantiene vivo el repertorio magistral de Pet Sounds. Como todas las grandes canciones, God only knows (quizá la mayor de las suyas) no hace sino crecer...",

quedo sorprendido de tus alabanzas respecto al Wilson más reciente.

Estoy deacuerdo con la magistralidad que otorgas al "Pet Sounds", desde luego que también es de mi gusto. Es algo que no debiera sorprender a nadie.

Pero respecto a esas rotunda y decidida lectura del "Smile", me hace sentir que a lo mejor esté perdiéndome una ¿gran obra?, o en su caso alguna gran cancíón.

La verdad es que me lo regalaron cuando salió publicado, y yo con bastante desconfianza (hacia este tipo de discos "maduros") lo relegué a una de las partes menos frecuentadas de mi colección de discos.

Tras la lectura de tu post me lo pones difícil (o fácil), y debido a a la rotundidad de tus palabras rescataré el disco y le daré la oportunidad que dices que se merece.

Al59 dijo...

Ya nos contarás. Grandes canciones no faltan: Wondeful, Wind Chimes; pero lo más conmovedor es el desquite que supone acabar la obra que en su día no le dejaron hacer, y hacerlo arropado por unos músicos que sí le valoran y entienden.

X dijo...

Acaso hubo grandes diferencias personales en el seno de los Beach Boys?

No estoy al tanto

Al59 dijo...

Las hubo y las hay. Cuando Brian Wilson se apartó de la fórmula 'surf' y empezó a experimentar con la psicodelia, algunos de los Boys (sobre todo Mike Love) temieron que se viniera abajo el negocio. En la época de Smile, se juntaron el hambre y las ganas de comer: la inseguridad de Brian y la hostilidad de Love. Aún hoy siguen enredados en juicios sobre el uso de la imagen de los Beach Boys, etc.