El legado de Brian Wilson no es fácil de asimilar. The High Llamas es, que yo sepa, el único grupo actual que ha intentado con éxito llevar el sonido de Smile un punto más allá, asimilando su riqueza armónica y orquestal y añadiendo elementos de la bossa nova y otras músicas sutiles. Digámoslo: en las canciones del discípulo, Sean O'Hagan, falta la fragilidad que vuelve entrañable el material de Wilson —pero su manierismo está dotado de una elegancia deliciosa (¡ese wah-wah, ese banjo!). Un par de muestras y ustedes, si placen, me cuentan.
miércoles, 6 de junio de 2007
The High Llamas
El legado de Brian Wilson no es fácil de asimilar. The High Llamas es, que yo sepa, el único grupo actual que ha intentado con éxito llevar el sonido de Smile un punto más allá, asimilando su riqueza armónica y orquestal y añadiendo elementos de la bossa nova y otras músicas sutiles. Digámoslo: en las canciones del discípulo, Sean O'Hagan, falta la fragilidad que vuelve entrañable el material de Wilson —pero su manierismo está dotado de una elegancia deliciosa (¡ese wah-wah, ese banjo!). Un par de muestras y ustedes, si placen, me cuentan.
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2 comentarios:
Bonito tema,
No conocía "Nomads", no tengo nada de The High Llamas
Xabipop: Me alegro de que te guste. Es curioso que, a pesar de la impronta de Wilson, a mí Nomads me suena mucho a los Kinks (en concreto a Wonderboy: But I see you and you see me, / And ain't that wonder?).
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