jueves, 14 de abril de 2011

Siempre cambian las mismas cosas


Desde que aprendí a distinguirlo, el melotrón es seguramente mi instrumento favorito en la música de los últimos 60 y primeros 70, y en especial el sonido de flauta que utilizaron los Beatles en Strawberry Fields For Ever. Un timbre así pide modulaciones, contrastes entre estados de ánimo. La miniatura de hoy, creada con una copia virtual de ese registro, tiene algo de eso: pasa de do mayor a fa sostenido menor, y de ahí a si mayor, si menor, mi, re... Una aproximación a una incógnita que nunca llega a resolverse, salvo en la acumulación de disonancias del acorde final. Lo que puede valer de la pieza es que, con todo eso, es eminentemente tarareable —aunque no les garantizo que no les miren raro si lo intentan.

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Edito. La versión revisada corrige un error de medida, el timbre del piano y el acorde final, que era un sindiós. Mejor así, creo.

2 comentarios:

Gharghi dijo...

No está mal, pelín aguda para mi gusto. Con tintes espaciales...

Al59 dijo...

El final, mayormente. No suelo tender a la estridencia, pero aquí parecía que después de tanta modulación había que cortar de un tajo.