domingo, 19 de octubre de 2008

Color de Roza


Para Rafa, que nos la descubrió, bien rosadita.

Canta el pobre, su pena canta, / no canta el rico. Así es. Pero siempre hay plenitud, opulencia en el canto: una riqueza soñada, una redistribución de sueños que viene a poner, en otro orden, las cosas en su sitio. No son razones nuevas, pero siempre refrescan. Pocas veces ha cantado el vicio con tanta alegría como en esta canción underground griega de principios del XX, de eso que llaman su blues particular (la rebétika) y que es todo un baile de ascuas y aceros. La letra es tan comprometida que en los últimos tiempos, para poder cantarla en televisiones y sitios así, los músicos del género han cambiado la coca y el hachís del original por el ouzo, un licor cabezón que no es menos dañino, pero todavía no está satanizado. Aquí van dos versiones fieles: la de Roza Eskenazy antañazo (años 30) y otra de antesdeayer, de unos coleguis grecoturcofranceses.

Don't try this at home, folks. (De todas formas, pleasure is never there. Se lo dice un amigo.)





Del ocaso al amanecer
le doy al vicio con placer,
el mundo pasa a mi poder
cuando respiro el polvo blanco.
El mundo todo es de mi propiedad
si pillo merca y me la trago
—y si me ve por ahí la autoridad,
echo tinta y me abro.

Con el colocón,
vaya vacilón,
te vuelves un rey, un dictador, un dios, un déspota.
Pruébalo y verás:
alucinarás
y verás el mundo todo de color de rosa.

La patria a mi nombre está
y risa da su adversidad,
tan sólo un pie le queda ya
para jugárnoslo a los dados.
Si un día llego a dictador,
reduciré el mundo a cenizas:
uno que sepa prender el narguilé
y otro que apague la cachimba.

Con el colocón,
vaya vacilón,
te vuelves un rey, un dictador, un dios, un déspota.
Pruébalo y verás:
alucinarás
y verás el mundo todo de color de rosa.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que ahora funcionen mejor los enlaces

Juan Poz dijo...

Pues a mí me suena a color de carroza, esa apología del desentendimiento.

Al59 dijo...

Solemos tolerar el desentendimiento si viene en clave amorosa: Que se me importará a mí, / que se me importará a mí / que se sequen las salinas / mientras yo te tenga a ti. De todas formas, los griegos son muy retorcidillos en su relación con la patria. En la película La mirada de Ulises está ese taxista que se emociona hasta llorar: I Eláda pezéni, "Grecia muere", pero se le adivina capaz, como aquí, de jugársela a los dados.

Al59 dijo...

Gracias, weininger. Sí que molan. ¿Sargeant por Sargeant Pepper's?

Anónimo dijo...

Me imagino que por ahí van los tiros.

Anónimo dijo...

Inmejorable la traduccion, Al, para cantarse como debe ser, y mira que en este caso era dificil. En cuanto a la relacion con la patria, pues por unos lados hay ese desentendimiento, vale, pero por otro es mas bien una cancion-protesta de la epoca... no es el coleguita quien se la juega a los dados, sino los generalotes-jerifaltes de siempre que se dejaron un pie de la patria (Asia Menor) en manos de otros tales. Asi suele analizarse en libros sobre el rembetiko (normalmente de corte marxista, claro) y cuadra por los acontecimientos historicos de la epoca. En cualquier caso, la melodia y los solos del buzuki te hacen olvidar todo eso, y la cancion ha adquirido connotaciones mucho menos patrioticas y mucho mas vivenciales... en fin, un gustito volverla a escuchar.
Rafa

Al59 dijo...

Bien matizado, sí señor. Volviendo a oírla, se me ocurría que tiene que haber por algún lado un duelo de bouzouki y sitar (con el banjo de estrella invitada, quizás). Sería maravilloso ese concierto, todo metálico. Una cosa como lo de Gualberto con Camarón, en La leyenda del tiempo, pero en griego. ¿Es mucho pedir?