lunes, 6 de octubre de 2008

Yo no sé cuál es mi nombre


Con razón no lo sabía. «Esto es Triana», dijo Rafa, y vive Dios (y su cuñao Lorenzo) que dio en el clavo, aunque en el momento me costó verlo. Otro caso de canción compuesta a tiempo para La luna es un cofre que canta, arreglada (sobre la marcha) sin los demás cientovolanderos y grabada en tiempo récord, para luego desaparecer sin rastro. El caso es que, oyéndola ahora, me gusta ese punteo medio flamenco que no se calla ni bajo el agua (punteo hormiguita) y me hace gracia el triángulo que trajo Luli y al que intenté desesperadamente sacar algún provecho sonoro (diré, en mi defensa, que no es el instrumento más versátil de la orquesta). Hay una parte de la letra que tampoco está mal. Adivinen.




5 comentarios:

Anónimo dijo...

que suerte de bergante, que, sin arriesgar ojos, punos o tobillos en el abordaje, me veo invitado al reparto del tesoro... y es un placer un poquito nostalgico reencontrar canciones como esta (y ole triana) o descubrir otras que nunca llegue a escuchar. gracias, al y cia (de verdad).
rafa

Anónimo dijo...

Me sumo a los agradecimientos. Debo de tener el original en alguna caja de mi última mudanza, lo que no tengo es manera de reproducirlo.
Un abrazo y sigue mandando cachitos.
Ricardo

Juan Poz dijo...

Más que cofre del tesoro, parece sancta sanctórum (o cantórum) de la amistad. Da reparo entrar. Y más aún atreverse a criticar. ¡Que lo disfrutéis quienes podéis! Lo más parecido a esto debe de ser releer los diarios de juventud. ¡Lástima que nunca los escribiera!

Al59 dijo...

Parece que Goear se ha ido al carajo, y con él todas las canciones que he ido subiendo a ese servidor. Esperemos que sea temporal.

Al59 dijo...

Volvió Goear, pero por diversas razones (temor a meter la pata, esencialmente) no sé muy bien a contestar a los tres mensajes del hilo. Me emociona mucho leer a los amigos que no suelen asomar la patita; por otra parte, le doy la razón a Juan Poz, como siempre. El material que voy sacando a la luz estos días es un juego privado, de interés general dudoso. (Pero eso, por otra parte, se puede decir de todo lo que escribo aquí, y de lo que se escribe en la mayor parte de los blogs.) Pues a mí no me reparo acercarlo, que no te dé a ti, Juan, reparo en criticar con la libertad de siempre. Como dije, no sólo de la luna vive el hombre: procuraré alternar las entradas en cuestión con otras que tengan distintos vicios o virtudes.