Pasan cosas. Pasa el viento.
Mueve, esparce y desordena
la debilidad serena
de un coágulo sangriento.
Pasa, herida por su acento,
la palabra nunca obscena;
sobre el fondo de la pena
cede un muro somnoliento.
Tú vienes a recordarme
quién soy o lo que debiera
ser si pudiera ser algo.
Recuerdo: eras la primera
y hoy vienes a relevarme.
También la liebre fue un galgo...
*
También la liebre fue un galgo:
hervía la fuente fría.
Dalila nació María
y Luzbel, gentil hidalgo.
Si ahora taso lo que valgo,
¿soy el juez o la valía?
Si digo que fuiste mía,
¿entro en ti cuando me salgo?
El pasado es un error
que, perfecto, está presente:
¿hueles en el mar la fuente?
Este ciego resplandor
es mi reino. Su señor
llegará cuando me ausente.
Mueve, esparce y desordena
la debilidad serena
de un coágulo sangriento.
Pasa, herida por su acento,
la palabra nunca obscena;
sobre el fondo de la pena
cede un muro somnoliento.
Tú vienes a recordarme
quién soy o lo que debiera
ser si pudiera ser algo.
Recuerdo: eras la primera
y hoy vienes a relevarme.
También la liebre fue un galgo...
*
También la liebre fue un galgo:
hervía la fuente fría.
Dalila nació María
y Luzbel, gentil hidalgo.
Si ahora taso lo que valgo,
¿soy el juez o la valía?
Si digo que fuiste mía,
¿entro en ti cuando me salgo?
El pasado es un error
que, perfecto, está presente:
¿hueles en el mar la fuente?
Este ciego resplandor
es mi reino. Su señor
llegará cuando me ausente.
6 comentarios:
Excelente par de sonetos, llenos de ritmo y sorpresas. Los pensamientos se derriten hasta darse la vuelta. Tras el primer soneto, el segundo asume bien el reto de rematar algo tan bien logrado como el primero. Y lo consigue. El poema va acumulando fusiones de contrarios y prepara bien un final que no defrauda.
Y linda viñeta renacentista. Puede verse que el espaciotiempo siempre fue curvo, mucho antes de Einstein.
Un hombre saca la cabeza de la esfera... ¿Y qué ve? Ve ruedas, mecanismos, poleas, pesos..., etc, como si allí sólo se interesasen por Arquímedes. Y, pensándolo mejor, vuelve a meterse dentro, en una esfera que contiene el sol, la luna, estrellas; y un precioso paisaje de los de antes. ¿A qué espera?
Saludos
Grifo
Podrías dar la referencia de la imagen? Creo que se trata de un fragmento de una mayor, donde el peregrino va pasando de esfera en esfera., muy alegóricas todas ellas, pero no soy capaz de encontrarla. Alguna pista?
Hobbes
Tuve la misma duda, pero los compañeros de la lista Memoria acudieron a mi auxilio. De lo que saqué en claro en su día:
En laspáginas
http://www.hypernote.com/med_thght.html y
http://www.earthvisions.net/flat_earth.htm (ésta última ya no está en la Red), se discute (en inglés) tanto sobre el significado de la ilustración como sobre su origen.
Básicamente, de creer a lo que la segunda página nos cuenta, resulta que Camille Flammarion hizo fabricar este grabado, que aparece (en blanco y negro) en su libro _La atmósfera: meteorología popular_ (París, 1888),
con el siguiente pie: «un misionero (missionnaire) de la Edad Media cuenta que ha encontrado el punto donde el cielo y la tierra se tocan».
El párrafo al que acompaña la ilustración cuenta (en parte): «Un misionero de la Edad Media nos cuenta incluso que, en uno de sus viajes en busca del paraíso terrenal, alcanzó el horizonte donde la tierra y el cielo se tocan, y que descubrió cierto punto donde no estaban unidos, y donde, agachándose, pasó por debajo del tejado del universo.»
De creer al autor de estas páginas, Flammarion poco menos que habría creado un grabado anacronísticamente medieval para probar una falsedad: que los sabios medievales creían plana la tierra. Es notable, sin
embargo, que no se discute la otra prueba, la literaria: ¿a qué misionero se refería Flammarion, en qué obra se cuenta este viaje más allá de las fronteras del mundo?
Por otra parte, aunque a Flammarion y al propio autor de la página parece haberles interesado recalcar la lectura literal del grabado (al uno para mostrar a qué absurdos se entregaban los cosmólogos medievales, al otro para intentar convencernos de que se trata de un experimento intelectual), los armónicos simbólicos del mismo son inequívocos: es una
imagen mítica, poética, esa de llegar hasta el horizonte y mirar más allá del tapiz...
Para Adam McLean se trata de un grabado alquímico
(http://dialspace.dial.pipex.com/town/terrace/abn40/amclglr4.html), que por tanto sería tal vez muy anterior a la obra de Flammarion, aunque no se haya localizado un testimonio anterior.
...Pero ahora hay una referencia que parece definitiva: http://www.tribunes.com/tribune/alliage/26/ashb.htm
Incluso nos da el nombre del peregrino: san Macario de Roma.
La página web perdida reaparece, por cierto, en distinta ubicación: http://homepage.mac.com/kvmagruder/flatEarth/source.html
Pongo, cortadas, las direcciones que (al menos en mi ordenador) no se ven completas:
http://dialspace.dial.pipex.com/
town/terrace/abn40/
http://www.tribunes.com/tribune/
alliage/26/ashb.htm
http://homepage.mac.com/kvmagruder/
flatEarth/source.html
El grabado tiene ya su entrada en Wikipedia.
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