jueves, 4 de mayo de 2006

El camino del amor (León-Cordero)


El fin

Siempre que te miro

te imagino en otra vida,
pero nunca me imagino
dónde empieza ni termina.

No sé comportarme,
no sé qué pensar;
no sé si llamarte
o si no llamar
—y aunque eso bastase
para construir la frase
que nos dice adiós,
voz en off
para un fin.

Compartir momentos
en ciudades invisibles,
buscar en los desencuentros
los archivos compatibles.
No pienses en nadie,
no mires atrás;
no dejes que el tiempo
nos destruya más.
No dejes que pase,
no permitas que la frase
que nos dice adiós
llene nuestros últimos compases.

Duermen los gatitos en el sol,
me parece igual y todo es diferente.
Tal vez no lo entiendas, pero yo
solamente quise no alargar el fin.

Cambiar los horarios,
encontrar las diferencias,
desmontar los escenarios,
mantener las apariencias.
Todo lo que haces
antes o después
cambia de sentido
cuando no lo ves.
Nuevas enseñanzas,
descambiar las esperanzas
y eso que el dolor
va en las mismas cajas de mudanzas.

Antes sin buscarte te encontraba,
todos los caminos iban a tu encuentro
y aunque no ha cambiado casi nada,
ahora me parecen
señalar el fin.

Bragas con sabores,
ya llegó la primavera,
pasan trenes de colores
por el túnel de las venas.
Pequeños mensajes que nos dicen ven
vuelan por el aire de andén en andén.
Neurotrasmisores
que curan el mal de amores,
pero en la estación
tú sigues tu vía y yo la mía.

Yo ahora no sabría dónde estamos,
después de una selva
siempre hay un desierto,
todas las señales que encontramos
ahora me parecen señalar el fin.

Siempre que me miro
me imagino en otra vida.

1 comentario:

Al59 dijo...

Por cierto que el comic se ve, tal cual aparece de primeras, fatal, pero pulsando en la foto (y de nuevo otra vez, para verlo al 100% y no ajustado a la pantalla) acaba distinguiéndose. Palabrita.