jueves, 6 de julio de 2006

Amor exento


¿Dónde se puede estar
sino en el cruce de ambos mundos?


Mis pies en las tinieblas.
Mis labios, en los tuyos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde se puede estar
sino en el cruce de ambos mundos?

Mis pies en las tinieblas.
Mis labios, en los tuyos.


La brevedad lo vuelve perfecto (además de sugerente). El beso como éxtasis fugaz donde se citan cielo y tierra.
Además, la viñeta se corresponde bien con el poema (parece dibujada tras haberlo leído).
Dos fantasmas, o eso parece, se besan; dos materializaciones, entre uno y otro mundo, a las que el beso otorga una realidad fugaz.
Observemos el acierto del dibujante, que distinguió la cara masculina (más fea e irregular) con tonos negros contra la femenina, de tonos claros.
Por otra parte, y por puro gusto de incordiar con la ortografía (lindo caballo de batalla), creo que las oraciones correlativas, en cuyo segundo término la coma suple la falta del verbo, deberían ir separadas entre sí por el punto-y-coma. Pues el punto (a secas) separa oraciones independientes y sin relación:

Mis pies en las tinieblas;
mis labios, en los tuyos.

¿O bien el poema puede moldear la ortografía a su albedrío? Si se escribe un punto, en lugar del punto y coma, se 'crea' ese punto, una nueva cesura, un descanso en el ritmo, una nueva forma de medir y entonar.
Pienso que, sin llegar a saltarse las reglas básicas de la puntuación, el poeta puede hacer con ella un elemento musical más.
¿Qué os parece?
Saludos.

Grifo

Anónimo dijo...

Grifo, yo no veo esa diferencia en el dibujo que haga suponer que el rostro claro sea femenino, y lo que sin embargo percibo, sí, es que son fantasmas. Aunque el rostro claro parece el de una cabeza desprendida de toda otra forma corporal... La viñeta, a mí, no me gusta para esta frase perfecta en dos versos (mejor separados con punto, como bien dices al final, tal cual está; el punto y coma le daría efectivamente una continuidad que a mí personalmente me sugiere menos que así bien separados ambos conceptos, pese a que se refieran a una misma identidad).
Maravillosos dos versos, pero se merecen una viñeta menos tétrica, aunque yo le pondría una gótica... ¿se pueden remitir dibujos en los comentarios a este blog?
Salux,

drix

Anónimo dijo...

Sr. Grifo: Prefiero el punto, en este caso. El dibujo representa a Salomé con la cabeza del Bautista. En concreto la Salomé de Oscar Wilde, si no me equivoco.

Al59 dijo...

De pequeño asociaba esta imagen, que estaba colgada en mi habitación, con la Dama del Lago. Pensaba que sería alguna escena del ciclo artúrico. Ahora sé que, como indica el señor Verle, son Salomé y Iokanaan (Juan el Bautista), tal como los imaginó Aubrey Beardsley, el genio del art noveau, para la Salomé de Oscar Wilde. Aun así, esa Salomé que flota ingrávida sobre las aguas no es la de la historia bíblica. Sigo sintiendo algo excaliburiano en la escena. Quizá alguien que haya leído la obra pueda darnos alguna clave.
En materias de puntuación puedo equivocarme, pero es raro que no le haya dado vueltas al texto antes de enviarlo. Creo que en este caso las frases funcionan mejor así: es un reparto de posiciones, como es propio de las correlativas —pero no automático. La vista tarda en moverse de los pies a los labios. Hay (o no) todo un cuerpo de por medio.