sábado, 29 de julio de 2006

Infierno y gloria


Sabrosos los sonetos coloquiales, casi canallas, de Giuseppe-Gioachino Belli, que traduce con su soltura habitual García Calvo en Lucina (47 sonetos romanescos, 2006). De propina, el maestro nos suelta uno que se olvidó de escribir el Belli. Allá va.

INFIERNO Y GLORIA

¿Qué mandangas me saca usté de infierno?
¿Que en un fuego sin fin, fray Venerando,
torrándome he de estar?: si sigo estando,
dónde ni cómo esté me importa un cuerno.

Bien sé cómo, en pellejo y fuero interno,
suelo hacerme a la pena siempre y cuando
cualquier dolor me toca ir aguantando:
que no hay dolor que sea sempiterno:

ya puede, echando palos a su lumbre,
Pedro Botero hacerme pepitoria:
nada. Todo lo puede la costumbre:

y, sin futuro ya, sin juez ni historia,
tras dos o tres milenios de quejumbre
acabaré sintiéndome en la gloria.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Las comparaciones son odiosas pero con un tan amplio muestrario de sonetos en lengua española, es difícil no acordarse de los grandes maestros sonetistas.

http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com

Anónimo dijo...

Aquí, AGC responde, parece ser, a alguien a quien no conozco, y a quien imagino poco más o menos como a un...
Buena respuesta, siempre ocurrente y graciosa. Y que enuncia una gran verdad: ningún dolor puede ser eterno por simple ley de adaptación. Dios no contó con eso al crear el infierno. Qué fallo más tonto...
Saludos.

Grifo

Dejé hoy comentario en el post de ayer -aviso que no me gusta Unamuno: me afecta al estómago directamente y no puedo hacer nada por evitarlo-.

Anónimo dijo...

Versión española de un soneto con dos estrambotes escrito originalmente en dialecto italiano romanesco por Giuseppe-Gioachino Belli el 6 de diciembre de 1832 en Roma, que se le olvidó traducir al Maestro.



A la polla puede llamarse pija,

aparato, nervio, verga y cipote,

pedazo-de-carne, mango, garrote,

hisopo, berraco, gaita y clavija,



manivela, picha, herramienta, rabo,

el palitroque, la minga, la chorra,

instrumento, plátano, cachiporra,

cirio, mazo, tranca, pitorro y clavo;



pinga y manubrio, pilila y vergajo,

y ciruelo y pepino y el calvito,

y canario y longaniza y badajo,



y, además, trabuco, paquete, pito,

y también crece-en-la-mano, carajo,

zurriago y mi hermanito pequeñito.


Y añado que el doctor

la llama falo, sexo varonil,

órgano sexual y miembro viril.



Y el viejo boticario

dice Príapo, y pene su mujer

porque, Santo Dios, no le da placer.

Anónimo dijo...

y al que puso el post anterior se le olvidó poner el título: er padre de li santi, en román paladino: el padre de los santos.

Al59 dijo...

Emiliano, Emiliano,
¿qué tienes en la mano
(y en la mente)?

j. dijo...

Al hilo de tales reflexiones, me viene a la cabeza algo de tono similar de Haro Tecglen que decía que más vale vivir de rodillas que morir de pie: algún día podrá uno levantarse.

Un saludo.