jueves, 13 de julio de 2006

Ummagumma



Se habrá sabido siempre, pero a nosotros nos lo explicó Dámaso Alonso. Por mucho que las palabras sean símbolos y su relación con el referente meramente convencional, cada una de ellas está inundada de un sentido extra cifrado en los fonemas que la forman y en la interacción de éstos con los demás términos de un contexto.

Ummagumma puede ser la prueba del nueve de la teoría: una palabra no queda libre de significado por no figurar en el diccionario. Los hablantes que topan con ella le atribuyen, principalmente por analogía con otras palabras que sí conocen, un significado tentativo, nebuloso si se quiere, pero en modo alguno arbitrario y subjetivo sólo en pequeña medida. Falsémoslo.

Umma recuerda amma, mamma, mum, mamá: madre. Uno puede saber además que Umm es madre en árabe, pero no hace falta para sentir la analogía. Tiene, también, resonancias exóticas, extraterrestres: quienes inventaron el planeta Ummo así lo pensaron. Umma: comunidad perfecta de los fieles infantilizados, útero lejano, platillo volante, maná radioactivo, madre murmullo y Mari Misterios, u plutónica con vistas al mar.

Gumma es goma y es eco, Gog y Magog, pistola (gun) fálica, caliente, chicle (gum) de magma, flujo y esperma.

Todo junto, Ummagumma tiene la estructura de Gog (A + A), pero también la de ñacañaca, tejemaneje, vieja revieja, ajilimójilis, zampazampa, dongui dongui, luna lunera, rock'n roll. Es, inevitablemente, todo eso, sepamos o no que el término se usaba en el slang de la época para meteysaca y que rock'n roll significó alguna vez lo mismo.

Rock, pues, lunático, o mejor venusino: la madre del cordero. Algo más pegajoso y adhesivo que coherente, y así es el disco: la unión de dos mitades (Umma-Gumma) que son variaciones de lo mismo pero discrepan. Un disco en estudio, otro en directo. Material inédito, material reciclado de discos anteriores. Trabajo en solitario, trabajo de equipo.

El disco en estudio es una colección de extremismos. Wright intenta ser Keith Emerson (o lo prefigura) con su Sisyphus, Nick Mason quiere ser Boulez, Gilmour hace rock progresivo que no progresa. Waters se inventa una merienda de negros (o de insectos), con mitin de Hitler de fondo (ummagumma es, también, caca de vaca, fondo de cueva o de antro, abono, residuo).

La verdadera joya del disco es Grantchester Meadows. Es Waters, pero parece Leonard Cohen cantando Suzanne. Hay algo en esta canción que no sólo trasciende la ejecución levemente desmañada, el arreglo simplista, la armonía primaria: los exige. Eso que los ingleses llaman laid-back, tocar desde una relajación extrema, al margen del virtuosismo y la corrección, como si estuviéramos entre amigos y todos hubiéramos bebido de la misma copa, condenados a la muerte y resurrección psicodélicas, pero remansados en un momento dulce del largo y extraño viaje que podría ser ya la vuelta o tal vez es el centro de la experiencia, el pico paradójicamente llano.

Disfrútenlo.


8 comentarios:

El Sablista Escapista dijo...

Debo de estar muerto, lo digo muy en serio. Estoy viendo al final del "tube" toda mi juventud, con absoluta nitidez. Ahora me veo en un concurso en la radio, había que averiguar quién tocaba batería, bajo y guitarra. Gano con facilidad y me dicen que elija un Lp de premio. Pido ése de Pink Floyd, el del "eco". Estamos en 1972. Al, por favor, que quiero seguir muerto.

Anónimo dijo...

Ya que hay semana dedicada a Pink Floyd: Me aposté con medio mundo a que era imposible traducir al castellano "Shine on you crazy diamond" y que retuviera algo de su fuerza, como ese zumbido en la cabeza del momento más lúcido de la borrachera o del viaje de hash. ¿Me darán la razón, o mucho mejor aún, me la quitarán alguno de ustedes?

Abrazos

Hobbes

Al59 dijo...

Hobbes: bien sabe usted que se intentó (v. entrada del 31 de mayo). Mi parte es el intento. Dejo la valoración a los contertulios.

Anónimo dijo...

Bien Al. Y Gª Calvo en El Cultural, de postre.

Al59 dijo...

¿García Calvo en El Cultural? ¿Dónde que mis ojos pecadores no lo encuentran? ¿www.elcultural.es?

Anónimo dijo...

Al: en papel, entrevista jugosa (en las respuestas) última página del panfleto.

Al59 dijo...

Mil gracias, Sr. Verle. No pensé que fuera a hallar quiosco abierto a las 20:30, y encima con existencias de EM. Pero sí, y qué alegrón, no sólo con la entrevista en sí, sino con las novedades que anuncia. Qué osadía, siempre, la de Agustín: ¡medirse con El cementerio marino, ya traducido por Guillén! En fin: un regalo para todos los habituales de esta Wunderkammer (manifiéstese, JR), que bien lo merecen: http://perso.wanadoo.es/al.59/
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Anónimo dijo...

Debe ser que los filólogos profesores, y cuentistas aficionados, con expectativas inútiles de que alguien nos lea para que otros lo hagan, tenemos cierta querencia a este disco. Magnífico, a ratos tan triste, que la sensación de no pertenecer del todo a un lugar supera en mucho la rutina de pertenecer a cualquier sitio. Como un viaje mal planteado, más que un sueño progesicodélico, una pesadilla, una resaca, pero de las que dejan agradables dolores musculares. La traducción es lo de menos, esto es música, no un relato de Borges. Es puramente casual, no creo que Waters estuviese preocupado por la teosofía. Altamente recomendado para adolescentes. Un motivo más para la huída y el placer individual (a ver quién lo pone en una fiesta, aunque sea de pufs y de pipas turcas, como mucho The piper at the gates of dawn, y sin demasiado volumen, que los hips de ahora son muy higiénicos).