lunes, 23 de octubre de 2006

Poema entre las zarzas (II)


Poema largo largo de los años 20 (los míos). Tan irrecuperable como un disco de cinco y cuarto, pero viene a cuento. Apenas el final:

...Te vi la última vez, te adivinaba,
azafata de tus amores
aceptados en última instancia,

y me caíste simpática,
te invité a verte otro día
sin sabernos los teléfonos,
quizá cuando fuéramos viejos,
y tú me sonreíste:

lo éramos ya; nuestras lenguas
eran ahora
dialectos incompatibles,
hablamos un rato y probamos
las señas,

las banderas,
distintas posiciones y te vi
despegar hacia el cero de los años
para hacerte mayor y más amarga

y ocupar sin embargo el mismo espacio
tejido en sombra y sangre
de tu falda,

en miel y en vino abierto

de tu falda,

de zarzas y de moras

de tu falda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al: No tan irrecuperable como los de a-los-que-se-nos-ha-pasado el tiempo de moras y andamos con castañas, membrillos y granadas. Un saludo.

Anónimo dijo...

*...lo éramos ya; nuestras lenguas
eran ahora dialectos incompatibles,
hablamos un rato y probamos
las señas,
las banderas,
distintas posiciones y te vi
despegar hacia el cero de los años ...*

Encuentro en estos versos el punto de inflexión desde las posiciones aún juveniles (?) a la demostración de talento (o conocimiento, o depuración, o un mayor nivel de esfuerzo, etc..., como se digan esas cosas). Dichosa edad. Y excelente conclusión.
saludos.

Grifo