martes, 24 de octubre de 2006

Ríos de sangre

Seguro que recuerdan la canción. Mi abuelo los llamaba los abisinios, y en casa a todos nos fascinaba aquel negro diabólico, que parecía bailar sobre brasas. No sé en qué momento me di cuenta del origen de la letra. Sí recuerdo el asombro cuándo leí la fuente completa, versos finales (que ellos no cantan) inclusive. Para su disfrute.



1 Junto a los ríos de Babilonia,
allí nos sentábamos y llorábamos
recordando Sión.

2 Sobre los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras arpas.

3 Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar,
nuestros opresores querían que les divirtiésemos:
«Cantadnos un cantar de Sión».

4 ¿Cómo entonaremos cántico a YHWH
en tierra extranjera?

5 Si me olvido de ti, oh Jerusalén,
pierda mi diestra su destreza.

6 Mi lengua se pegue a mi paladar,
si de ti no me acuerdo;
si no enaltezco a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.

7 Oh YHWH, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,,
cuando decían: «Arrasadla, arrasadla
hasta los cimientos».

8 Hija de Babilonia, criminal,
bendito quien te pague
por lo que nos hiciste.

9 Dichoso quien coja y estrelle a tus niños
contra las piedras.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bellísimo poema, de lo más conseguido de la poesía universal, que tiene un final chocante, desmedido; y una traducción con el Vd. que, en castellano peninsular, me resulta más chocante todavía (será falta de costumbre):
-Anden Vds. y cántennos algo.
-Cómo vamos a cantarles a Vds. si estamos esperando estrellarles los hijos contra el empedrado...
Por lo demás, espléndida la cantante del grupo.
Saludos.

Grifo

Al59 dijo...

Justo balance, Grifo: gran poema, terrible final. Me he tomado la libertad de cambiar el tratamiento de usted, que resultaba, en efecto, un tanto chocante.

Anónimo dijo...

Hay que saludar tu valor, Al, en traernos este precioso y terrible poema bíblico. Y también la suerte que has tenido de que, hasta ahora, no te haya llamado 'nazi' ninguno de los que podrían recitar este salmo como texto sacro.
El espectáculo que en estos tiempos nos ofrecen las tres grandes religiones monoteístas es, ante todo, exactamente el mismo; y es, también, el más vergonzoso de los espectáculos. Ninguno tiene autoridad para levantar la voz por encima del otro.
Quiero decir: ¡Viva el Animismo!
Saludos.

Grifo

Al59 dijo...

Y la vieja religión pagana. Hay tiene a Ratzinger, cuando tiene que explicar algo de cierto vuelo, recurriendo a Ícaro (y estrellándose, claro).

Al59 dijo...

'Hay tiene'. Es la factura de leer lo que leo. Ay.

Al59 dijo...

Leo en la Wikipedia que, aunque Boney M la popularizaron, la canción es de un grupo jamaicano, The Melodians, que la grabó en 1972. ¿Alguien ha oído la versión original?

Anónimo dijo...

Creo que también hay una versión de Lucky Dube.

j. dijo...

Caray! Es bonito sí, pero vaya maldición bíblica quintaesenciada, el final.

El alma mater y pensante de los Boney M, el productor, era judío, gay y niuyokino si no recuerdo mal. La elección del tema -sea original suya o una versión- se me antoja como un guiño privado no sé si con algo de sorna.

Un saludo.

j. dijo...

Si algún día me sale como código para comentar YHWH me caigo de la silla. :)

Al59 dijo...

Hace unos años, mientras trabajaba solo en la biblioteca de mi insti, entonces en Montijo (un pueblino cercano a Mérida), se me ocurrió que si Dios quisiera demostrarme su existencia lo tendría tan simple como hacer que se apagara la luz en ese preciso instante. Por supuesto, se apagó. Salí de la sala y todo, salvo la luz de la biblioteca, permanecía encendido. Contradiciendo mi pronóstico anterior, me pareció una teofanía tan cutre que permanecí renovadamente escéptico. Encendí la luz y seguí leyendo sobre los milagros de Antonio, el ermitaño.

j. dijo...

Un diablillo burlón, seguro. :)