Un acopio de refranes como navajas con sacacorchos. Dime lo que enseñas, te diré qué ignoras. El que desespera, espera —aunque no lo sepa ya.
Esperando entre la nieve
por si fueras a llegar:
el que desespera, espera
aunque no lo sepa ya.
Si cambiamos impresiones,
las tuyas, ¿a cuánto están?
No me cuentes lo que sientes.
Házmelo probar.
Por amor a lo que venga
nos iremos a brindar,
chocaremos candelabros,
medallones de champán.
Si las ilusiones vuelan,
quién supiera dónde van:
son cometas del recuerdo,
vuelan hacia atrás.
Por la senda del olvido
llegaremos al jardín
donde venden laberintos
de los que no tienen fin.
Vengo a pedir recompensa,
¿cuánto piden por salir?
Toma todo cuanto tengo,
sácame de mí.
por si fueras a llegar:
el que desespera, espera
aunque no lo sepa ya.
Si cambiamos impresiones,
las tuyas, ¿a cuánto están?
No me cuentes lo que sientes.
Házmelo probar.
Por amor a lo que venga
nos iremos a brindar,
chocaremos candelabros,
medallones de champán.
Si las ilusiones vuelan,
quién supiera dónde van:
son cometas del recuerdo,
vuelan hacia atrás.
Por la senda del olvido
llegaremos al jardín
donde venden laberintos
de los que no tienen fin.
Vengo a pedir recompensa,
¿cuánto piden por salir?
Toma todo cuanto tengo,
sácame de mí.
2 comentarios:
Joder que marcha, tron.
Hombre, no llega a marcha fúnebre, pero se hace lo que se puede.
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