Me levanta la sed a esta hora imposible y parto en su busca —patinando sobre el hielo quebradizo del nuevo día.
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Anónimo
dijo...
El rey de la mímica, comiéndose el micrófono como si necesitase amplificación una voz que suena por sí misma, inconfundible, Ian Anderson en sus mejores tiempos. Quiero más, más y más.
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El rey de la mímica, comiéndose el micrófono como si necesitase amplificación una voz que suena por sí misma, inconfundible, Ian Anderson en sus mejores tiempos.
Quiero más, más y más.
Grifo
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