XVI
Con los piquitos
las golondrinas de ayer
repican, amor,
a los cristales de tu ventana:
ábreles, ¿no?
Porque te dicen que ya no llueve,
que ya pica el sol,
que puedes ya salir a la calle
sin capa, sin medias,
sin condición,
y ¿por qué no?
¿Qué haces ahí tras esos cristales
tan pálida, amor?
¿No sales? ¿No la dejas en lágrimas
fundirse Ia escarcha
del corazón?
Y ¿por qué no?
¿Quién te retiene ahí con hechizos,
tan clara prisión?
¿No sabes? ¿No? ¿Ni con la cabeza
me dices siquiera
si sí o no?
Y ¿por qué no?
¿No oyes las golondrinas de antaño
que el frío mató
treinta años hace? ¿Las oyes, tantas
que tañen al alba
por tu balcón?
Y ¿por qué no?
Aunque tú estés
del lado de allá del cristal,
escucha, amor,
cómo repican en tus oídos:
ábreles, ¿no?
1984 para 1958
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