domingo, 25 de marzo de 2007

Qué ven mis nubes cansadas


La visión disparatada no siempre es apocalíptica, aunque el discípulo predilecto ha aportado lo suyo al género. Uno de mis ejemplos favoritos: Javier Bergia, Una mañana esencial, en el descatalogadísimo Tagomago (Gasa, 1989). A la flauta de pico y metalófono, la gran Begoña Olavide.

Un cañón de salida
y los poetas y pintores
escondiendo la mano
que los músicos
tocan con oro mate
y el tiempo de cada uno.
Y los ojos
de millones de estrellas
entre contrastes
y aguas varias.
Tengo el suelo mojado,
los pies están duros
y veo las manos
a lo lejos
con el mundo en los bolsillos.
Los mismos ojos
de aquellas estrellas
que ocupan todo el cielo.
¿Qué ven mis nubes cansadas?
Nicanor Villalta,
torero pundonoroso,
gran estoqueador y muletero.
¿Qué mañana será
el que dice la brisa?
¿Hasta qué lugar en el tiempo
se traduce una palabra?
Una mujer,
una ciruela,
un periódico, una frontera.
¿Qué mañana será
el que dice la brisa?
¡Qué cerca de la muerte
está la vida
cuando está perdido!
Comentaré tu vida entre mis pasos
en una merienda de ancianos,
casi un siglo de mil años navegando
por una oración sin aire,
despido a las gaviotas
y el aire por la espalda
me avisa que amanece,
qué mañana será
el que dice la brisa,
qué mañana será
el que dice la brisa.




*


Vimos a Bergia en directo el sábado 17, en el Centro Cultural de Valdemorillo. El sonido era espantoso, pero algún técnico entregado acabó domándolo. El maestro iba a pelo, voz y guitarra. Desgranó las clásicas (donde un día de noviembre / te conté que te quería, / ahora el PSOE tiene allí unas oficinas), algunos tesoros menos obvios (La oración y el té, Noche infinita y breve) y cinco o seis piezas del disco nuevo, Cedaceros 4, que estará a la venta en abril. Éramos pocos, pero hicimos todo el ruido necesario. Para conciertos y detalles del disco, ojo a la página oficial.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Llego de madrugada a casa. Me han regalado la antología de Luis Alberto, pero no está, claro, ese poema a la mujer políticamente incorrecta. Lo busco en internet porque recuerdo haberlo visto colgado en el nickjournal. Claro, me meto en google, y buscando a don Luis Alberto no era difícil recalar en ca al59, y quién me iba a decir a mí que iba a poder escuchar la media naranja de Bergia. Una canción que me estremecía de chico. Piel de gallina, pelos de punta, nostalgias paralizantes. Gracias, tío, de uno de derechas que te admira.

Al59 dijo...

Gracias a ti. Tu comentario me ha alegrado la noche. Costó encontrar la canción (se publicó únicamente en un disco de sintonías, y encima mal adjudicada a Javier Borgia), pero doy el esfuerzo por bien empleado.

Anónimo dijo...

Al, parece ser que lo evidente se ha puesto al alcance de los ojos de más de uno. Y que soy yo el único que no se entera. Es normal.
Quiero un nuevo post, noticias y comunicación. Venga.
Saludos.

Grifo

Al59 dijo...

Querido Grifo: vive Dios que no es cuestión de desgana. Estamos en un tiempos de evaluación (de nuestra paciencia), y a la hora en que generalmente renuevo el blog, he caído ya agotado en cama. Al menos, no sueño con no presentados, objetores escolares y anotaciones de texto libre. En cualquier caso, esta tarde habrá más (si no mejor). Saludos.

Al