jueves, 15 de junio de 2006

Libro de espectros


Las tijeras
bien abiertas,
rosas rojas
en tu honor.
La cabeza en
la repisa.
Quién de todos
era yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al,
este post me recuerda a otro de meses atrás en el que nos contabas una Leyenda Urbana sobre una chica, unas tijeras, el baño del instituto y una ouija.

Un abrazo.

Al59 dijo...

Buen paladar el suyo, Brasil. Así es: es mi leyenda urbana favorita, y a la que más vueltas le he dado. Quizá esta noche sea buen momento para tirar un poco más del hilo.

Anónimo dijo...

La cabeza en
la repisa.
Quién de todos
era yo.

Me llaman la atención esas frases interrogativas indirectas (quién de todos era yo). Las suelo preferir, hasta el abuso, cuando escribo, sabiendo que las interrogativas directas (¿quién de todos era yo?) también cumplen su función. Las directas funcionan como las interjecciones, los oh, ah...etc. Están más allá del lenguaje. Las indirectas presuponen la pregunta y la respuesta. El autor, en ese verso final, nos deja entrever que él ya conoce, o puede conocer, la respuesta. No son 'preguntas retóricas'; o sea: interrogaciones directas sobre nada en concreto. Son preguntas reflejas, en las que nos preguntamos sobre la pregunta, la respuesta y nosotros mismos.
Saludos.

Grifo