viernes, 28 de abril de 2006

La casa (hexamétrica) del alma


Como en recuerdos que siempre se tienen de días más largos
que éramos todos, en fin, más pequeños y el mundo otro tanto.
No más allá de los radios de plata de las bicicletas
o el sorbo lento del gato que arranca la carne del alma.
Hay unas casas cerradas al fondo que no tienen timbres,
bares a los que no vamos jamás en la tarde tan fría,
parques debajo de vasos helados de oscura cerveza,
guerras que no se ganaron, catálogos plenos de yerba.
Hay lo que nunca se pueda negar porque sólo nos quede
dentro su hueco, y a veces el té de las manos heridas.
Ay de los besos que nunca se dan a parientes, abuelos,
tíos remotos del otro portal superior de la vida.
Besos que nunca se dan a beber y su lenta ruina
deja el sabor del azúcar podrida que manan los labios,
podre la miel que se canta y nos mata las ganas del cielo.
Como en recuerdos que siempre se tienen de versos más limpios,
cachos de cielo, cubitos de sangre, jardines de alambre.
Tityre tu patulae recubans sub tegmine fagi,
di si lo sabes el nombre de todas las cosas que faltan.
Nada de nada de nada de nada de nada de nadie.
Faltan las firmas de todos los niños y niñas del aire.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Al: Un remanso su blog. Por Ud. y el Sr. Grifo, entre otros. Como se agradece abrir la ventana y encontrar sabiduría.
Ayer,sus comentarios.
Hoy:
'...di si lo sabes el nombre de todas las cosas que faltan'.
(lo siento le robo la frase para el fin de semana)
Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Tíos remotos del otro portal superior de la vida...
Nada de nada de nada de nada de nadie....

Efectivamente, Sr. Verle: se trata de un poema como para estarle robando frases. Qué bien suena en cada momento. Qué bien suena el hexámetro de la égloga de Virgilio (Tytire, tu patule recubans sub tegmine fagi -cito de memoria), qué oportuno en este poema. Creo que es la única cita interna bien puesta que conozco, dentro de una serie de generaciones poéticas, gimferrer, Carnero, etc..., que las han usado para demostrar lo mucho que sabían. Aquí, el verso de Virgilio suena dentro de la música del poema.
Por lo demás, los versos desprenden una melancolía característica en su autor, la melancolía del tiempo (por generalizar sobre algo que aún está gestándose en su vida literaria).
Saludos

grifo

Anónimo dijo...

Homenaje a Virgilio y a sus amigos:

Siempre hay lugares, crepúsculos, luces y sombras,
puertas enormes, llanuras,caminos, pequeños reductos.
Abre la puerta: es el alma,
contempla y no hables.
Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.
Entra despacio y olvida. Ya caen las sombras más altas.

Grifo

Al59 dijo...

Sí que es un placer gozar de tan buena compañía. Tomo buena nota de sus versos, Grifo. Esto sí que es el alma (que no la ropa tendida...). Los versos de Virgilio, inmortales. Alguna vez he intentado verterlos en versos de 14, sin hemistiquios:

Íbamos oscuros por la noche solitaria.
Nadie pudo ver las mutaciones de tu piel.

Anónimo dijo...

Oscuri sola sub nocte...

Era, junto con el árido camello de Milton, el hipálago favorito de Borges. De donde sacó coraje para sus efusiones de brusca sangre y el sigiloso pañuelo del thug.
No estaría mal un especial hipálagos.